Rogelio Guedea
La hoy diputada federal por Morena Tatiana Clouthier, hija del célebre político Manuel Clouthier, mejor conocido como Maquío, ex candidato a la presidencia de la República por el PAN, publicó recientemente un libro que ha causado una hecatombe en una variedad de frentes: el político, el social e incluso el cultural (ahí está la polémica que envolvió al mismo Enrique Krauze). El libro se titula Juntos hicimos historia y fue publicado por Grijalbo. Si bien estamos frente a una crónica personal sobre todo el camino recorrido por Andrés Manuel López Obrador para llegar la presidencia y sobre cómo la propia Tatiana Clouthier, ex coordinadora de la campaña, llevó a cabo esta hazaña para lograr dicho objetivo, lo cierto es que el libro no se enmarca en solo esa coyuntura. No es, por tanto, un libro de coyuntura, como suelen ser este tipo de libros. Y no lo es porque en realidad en él subyace una parte perenne que lo convierte en una obra inspiracional, incluso en un perfecto manual de táctica electoral y ética política. Más que quedarnos con la crónica de la precampaña lopezobradorista, la campaña en sí misma y el consecuente manejo del triunfo, yo ponderaría de este libro (y he ahí lo que lo hace imprescindible en estos tiempos de cambio) la crónica de una transformación personal que, por extensión, deviene en revolución social. Siguiendo los pasos que Tatiana Clouthier va señalando en su obra, el lector podrá darse cuenta de cómo un ciudadano profundamente politizado (pero ciudadano al fin) puede un buen día llegar a dejar de ser lo que es como individuo para convertirse en los afanes de toda una colectividad, ansiosa, en este caso, de un cambio verdadero, una transformación hacia un país sin corrupción, sin impunidad, sin excesos políticos y sin más yugos que la verdad y la honestidad. Un país en donde la justicia esté por encima, finalmente, de todo poder político o fáctico. A lo largo del libro, Tatiana Clouthier habla de dar la cara. Ella la dio, por ejemplo, cuando decidió tomar partido en una causa que le parecía justa para el país y que era enarbolada por Andrés Manuel López Obrador. Ella dio la cara, como dijo, para que ya no le vieran la cara. Dio la cara porque dar la cara significa mostrar a los demás lo que verdaderamente somos, significa ser honestos y devolverle a la ciudadanía su capacidad para volver a creer. No por otra razón, para Tatiana Clouthier, como bien lo evidencia en su libro, el peor vicio del político mexicano actual es la incongruencia moral, esa incongruencia moral que lo convierte en un corrupto, un demagogo, un impune, todo eso de lo que la sociedad mexicana está hastiada ya. Por ello, el planteamiento de fondo de Juntos hicimos historia tiene que ver con la urgencia de cambiar la naturaleza moral del político mexicano, sin la cual es imposible crear un verdadero proyecto de nación. Esto fue lo que hizo López Obrador, esto fue lo que intrínsecamente cambió también en el interior de Tatiana Clouthier (de ahí que se aliara al proyecto lopezobradorista), y esto, finalmente, fue lo que consiguió la victoria de Morena en las pasadas elecciones. Del mismo libro se desprende también, sin embargo, una amenaza: no pueden fallar, porque lo peor que podría pasarle a Morena y a la sociedad mexicana en general es que la gente vuelva a esconder la cara y, lo que es peor, vuelva para siempre a desconfiar.