+Recomienda Salud protegerse de los rayos ultravioleta, ya que causan quemaduras y cánceres de piel
La exposición prolongada a la radiación solar puede causar daños a la salud, los cuales van desde manchas en la piel, quemaduras y cáncer de piel, aunque estos efectos son mayores si las radiaciones electromagnéticas emitidas por el Sol son demasiado altas, como está siendo reportado por el Sistema Meteorológico Nacional en el caso del estado de Colima y otras 8 entidades.
Al señalar lo anterior, la Secretaría de Salud y Bienestar Social detalla que los rayos ultravioleta (ondas de alta frecuencia de la radicación) pueden dañar directamente el ADN de las células de la piel y, potencialmente, pueden provocar efectos agudos y crónicos en los ojos y el sistema inmunológico.
El principal factor de daño a la piel es la exposición por radiación solar directa entre 11:00 y 16:00 horas en la piel blanca o morena clara con poca tolerancia, afectando también a las personas que tienen contacto con hidrocarburos, químicos y agroquímicos.
En este sentido, se recomienda que el tiempo máximo de exposición al sol sea de 13 minutos para personas con piel clara, 16 minutos para quienes tengan piel morena y 20 minutos para la población con piel obscura.
La dependencia hace la recomendación de evitar la exposición prolongada a los rayos del sol; usar ropa ligera y de colores claros; evitar el ejercicio extremo al aire libre o practicarlos durante las primeras horas del día o al atardecer; utilizar sombrero, gorra o sombrilla para protegerse del sol, y mantenerse en lugares frescos.
De la misma manera, sugiere el uso de filtros solares de amplio espectro, con factor de protección solar contra riesgos de cáncer arriba de 30, colocándolo en piel cabelluda, cara, dorso de orejas, nariz, cuellos, escote, dorsos de brazos y manos.
En el caso de exponerse al sol en la playa, detalla que lo recomendable es usar bloqueador solar y reducir el tiempo de contacto en la playa. De hecho, añadió que el bloqueador hay que utilizarse en la vida diaria e incluso colocarse a los hijos al ir a la escuela.
Lo anterior, porque los menores son especialmente vulnerables a la radiación UV y suelen pasar más tiempo al aire libre que los adultos, recomendándose que los menores de un año permanezcan preferentemente a la sombra.