Punto (.) Rojo
Autor: J. Baldomero Díaz Gaytán
En el municipio de Manzanillo, la empresa Rumbo XXI, que dirige Javier Alcántara, levantó hace un par de semanas una encuesta, misma que fue patrocinada por un poderoso grupo de empresarios identificados con la comunidad portuaria. En ese estudio aparece un dato que está encendiendo los focos de alerta: Está creciendo, de manera preocupante, el conocido popularmente como “voto de repudio”.
Vamos por partes… En la encuesta, un escandaloso 64 por ciento de los entrevistados desnuda un marcado descontento con todos los partidos políticos; con todos, nadie se escapa. Lo que significa que la mayoría de los ciudadanos que no tienen militancia con algún partido creen que da lo mismo llegue quien llegue. O sea: 64 de cada 100 manzanillense, de acuerdo con los datos de Rumbo XXI, visualizan escenarios aciagos en el futuro de corto plazo.
El dato, insistimos, es escalofriante: Ni el Partido Revolucionario Institucional ni Acción Nacional ni el Verde Ecologista ni Nueva Alianza ni el del Trabajo ni Movimiento Ciudadano ni el de la Revolución Democrática ni Encuentro Social ni el Movimiento de Regeneración Nacional, ninguno, tiene la confianza del ciudadano en la bolsa. Lo que significa que la contienda del próximo primero de julio dependerá, estrictamente, del prestigio político y personal de cada uno de los que sean electos como candidatos.
¿Por qué está creciendo de manera significativa el “voto de repudio” hacia los partidos políticos? Por una razón sencilla: El ciudadano está enojado, está molesto, está inconforme, está indignado, en pocas palabras, está decepcionado. Y este es un sentimiento que alcanza a la mayoría, por lo tanto, es necesario poner sobre la mesa de los debates un planteamiento: ¿Quién o quiénes encausarán ese voto de repudio? En la respuesta de esa interrogante está, sin duda, el resultado de la elección que viene.
Por eso, hoy, en Manzanillo, todos los partidos y sus candidatos están tratando, a toda costa, de ciudadanizar o modernizar sus propuestas políticas e ideológicas. Por ejemplo, el PAN de Martha Sosa invitó a Rubén Álamo Navarro para la sindicatura tratando de oxigenar el proyecto. Y en el PAN que se mueve en la órbita de Pedro Peralta están impulsando la candidatura de Oscar Urdiales, a quien en los círculos empresariales se le ha bautizado como la nueva cara de la política de Manzanillo.
Y qué decir de la alianza PRI-PVEM, en donde los dirigentes morales y formales de esos partidos propusieron a Perla Palacios, Jorge Armando Gaitán, Cristian Cosío y Leticia Parra como aspirantes al Congreso del Estado, todos son caras nuevas, ninguno de esos rostros habían aparecido en las boletas electorales. Y qué decir de Carlos Arellano Contreras, quien como candidato independiente integró una fórmula compuesta, en su inmensa mayoría, por activos sin pasado y sin militancia partidista. En el caso de Morena, todas las señales apuntan en el sentido de que el profesor Adalid Román será el nominado, un personaje que nunca ha participado en competencias electorales.
Todos los partidos políticos están entendiendo el mensaje que llega desde el humor social. Hay un enojo del ciudadano en contra de todo lo que huela a política. Pero la interrogante sigue siendo la misma: ¿En la urna de quién acabarán los votos de esos hombres y mujeres que se encuentran inconformes de todo y por todo lo que está ofreciendo el sistema político de nuestros días?, ¿quién trae el discurso y el perfil para encausar ese repudio social?
Estamos viviendo escenarios muy delicados. Y lo que son las cosas, la contienda electoral podría definirse antes del primero de julio. Y es que, por primera vez en la historia, la elección podría definirse no con ideas ni propuestas, se podría decidir con escándalos reventados en las redes sociales.
Por eso hay que estar atentos con lo que ocurra en las próximas semanas y meses… Y es que, aunque no nos guste, los ciudadanos enojados son los que definirán el nombre del ganador en los próximos comicios. Y eso, sin duda, nos queda claro.
MIS POSTDATAS DE ESTE DÍA
P. D. 1.- El diputado federal Francisco Javier Pinto Torres y los líderes de las Secciones 6 y 39 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Héctor Prisciliano González Aguilar y Heriberto Valladares, respectivamente, son las caras visibles en Colima del grupo de Juan Díaz de la Torre, el ilegítimo e usurpador líder del Sindicato de Maestros. Viene la pregunta que desnuda la otra cara de la moneda: ¿Quiénes son en Colima los profesores más identificados con la maestra Elba Esther Gordillo? Son tiempos de hacer conjeturas políticas. Me queda la impresión de que en el Snte vienen tiempos de resurrecciones políticas.
P. D. 2.- El ex gobernador Mario Anguiano Moreno se está moviendo con todo en el tablero político del presente. No sólo apareció en la cabalgata de Villa de Álvarez regalando abrazos y tomándose selfies, también está moviendo sus alfiles en la partida de ajedrez. Por ejemplo: Su sobrino Julio Anguiano será el candidato de Morena a la alcaldía de Tecomán y su compadre Fernando Morán se destapará en las próximas horas como candidato del PES a una diputación local. Nosotros sólo precisamos los datos, y como es regla de esta columna… Que cada quien saque sus propias conclusiones.
Y ni una línea más.