La Panga
Autor: Mayahuel Hurtado Ortiz
Se acabaron los dimes y diretes, las especulaciones de si irían o no a buscar ganar la elección a la Presidencia de México, ahora ya rindieron protesta los aspirantes José Antonio Meade Kuribreña, Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya, con el apoyo de la militancia de sus respectivas coaliciones.
José Antonio Meade, ex secretario de Hacienda y de Relaciones Exteriores del gobierno actual, fue designado como abanderado de la coalición “Todos por México”, integrada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Verde Ecologista de México (Pvem) y Partido Nueva Alianza (Panal). Ante miles de militantes y seguidores, dijo: “Nos piden que les quitemos las armas, el dinero y los bienes a los criminales y a los corruptos y eso es, justamente, lo que vamos a hacer”.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador, en su clásico discurso, dijo: “Soy terco, necio, obcecado, perseverante, con esta misma convicción actuaré como presidente de la República. Con terquedad, con necedad y con perseverancia”, eso lo dijo en un evento más privado realizado en un salón de un hotel de la Ciudad de México, donde estuvieron los delegados de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Ricardo Anaya también realizó un evento masivo y fue designado por su coalición integrada por el PAN, PRD y MC, donde prometió un «cambio inteligente»; con un micrófono inalámbrico de diadema y una pantalla gigante a sus espaldas, Anaya criticó al PRI y lo mismo hizo con López Obrador, siendo con este último más severo y -a quien también reprendió-, dijo que su país no pagará un centavo del muro que Estados Unidos planea levantar en la frontera común.
Pero vamos haciendo un breve recuento de cómo ha sido el comportamiento de los aspirantes y busquemos la genética de cada uno de ellos en su trayectoria política o en la función pública desde hace algunos meses a la fecha:
Iniciemos con Ricardo Anaya, quien tras ser duramente cuestionada la autonomía que tuvo como dirigente del CEN del PAN (por ser prácticamente ahijado político de Gustavo Madero), al ser electo líder político otorgó el cargo de coordinador del grupo parlamentario panista a Marko Cortés. Con estas acciones deja de lado esa tradición de dar este cargo al primero de los diputados plurinominales, como lo es hoy el ex dirigente nacional Gustavo Madero y por lo cual un grupo de diputados panistas se mostraron inconformes; quienes posteriormente se manifestarían en contra, pero no sólo eso, “el periódico ‘Milenio’ señaló a finales del mes de agosto de 2016 que el joven Anaya cometió parricidio político contra Gustavo Madero, quien ilusamente creyó que al impulsar a Ricardo Anaya tendría protegidas sus aspiraciones presidenciales(…), en pocos meses Anaya se apoderó totalmente del PAN”.
Pero eso no es todo, se veía una afrenta más en el horizonte, la de Margarita Zavala, quien le disputaría la candidatura en las internas, fue entonces que Rafael Moreno y Zavala unieron fuerzas, pero con la sagacidad que le caracteriza al joven Anaya, haría tronar como palomita a Margarita para que se fuera por la vía independiente y negociaría posiciones para que Moreno Valle vaya a la sexta posición al Senado por la vía plurinominal y a su esposa Martha Alonso, sea la candidata del PAN a la gubernatura de Puebla.
Con esto, definitivamente Anaya tendría el camino libre para avanzar con sus aspiraciones que ayer domingo quedaron debidamente legitimadas, al rendir protesta como candidato. ¿Qué le espera? Eso está por verse en próximas fechas, porque hay algunos grupos heridos que se dice la jugarán en contra.
Ahora hablemos de AMLO, quien ha olvidado totalmente que su ADN político está en el partido que tanto ataca: El PRI; López Obrador es el clásico ejemplo de los resentidos políticos que al no conseguir las posiciones que quería, brincó de un partido de centro-derecha para probar suerte con la izquierda, es así como abraza primero la bandera del PRD, en donde fungió como presidente de 1996 a 1999, lo que le daría como guirnalda la victoria de la Jefatura del Distrito Federal, cargo que asumiría de 2000 a 2005 y después buscaría ser el candidato para la Presidencia de la República en las elecciones federales de 2006; luego, como Movimiento Progresista en 2012 y como presidente de Movimiento de Regeneración Nacional ser el candidato a la Presidencia de la República en los comicios del 2018.
Pero la gente olvida muy rápido que AMLO avaló y festejó la candidatura y alcaldía de José Luis Abarca, María de los Ángeles Pineda y Felipe Flores, jefe de la Policía Municipal, siendo éstos últimos tres los responsables de la desaparición de 43 normalistas en el municipio de Ayotzinapa, Guerrero, hecho que negó categóricamente al circular la nota en medios nacionales y redes sociales.
Eso no es todo, también se olvidan que el líder de los huachicoleros apareció sonriente en una foto de AMLO, misma que le diera la vuelta a México y donde medios informativos presuntamente lo relacionaban con él. Eso, sin olvidarnos de algunos de los exóticos gustos del líder de Morena, al ser captado degustando exquisitos platillos y vinos en uno de los restaurantes más caros del país ubicado en la CDMX.
Como si faltara la cereza del pastel, entre muchos detalles más, encontraremos su desatinada declaración de “amnistía para delincuentes”, que fue presentada y documentada por la “Revista Proceso”. Aún hay mucho más que se seguramente se sabrá de este personaje político, y es que aunque sus seguidores se fanaticen y obstinen en defenderlo, ahí están los hechos y ante eso, las fotos, declaraciones, señalamientos y pruebas, nada se puede hacer.
Finalizamos con José Antonio Meade Kuribreña, a quien se le conoce como un destacado funcionario, quien durante la presidencia de Felipe Calderón fue secretario de Energía del siete de enero a nueve de septiembre de 2011, así como secretario de Hacienda y Crédito Público del nueve de septiembre de 2011 al 30 de noviembre de 2012.
En la presidencia de Enrique Peña Nieto ejerció como secretario de Relaciones Exteriores del primero de diciembre de 2012 al 27 de agosto de 2015, secretario de Desarrollo Social del 28 de agosto de 2015 al seis de septiembre de 2016 y secretario de Hacienda y Crédito Público del siete de septiembre de 2016 al 27 de noviembre de 2017.
Un precandidato mesurado, pacífico y propositivo, pero lo mejor, ha trabajado en gobiernos federales panistas y priístas, es decir, que es un hombre ampliamente preparado y son esas cualidades las que lo han mantenido como funcionario.