Autor: Territorio
La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima (CDHEC) emitió un documento de no responsabilidad a favor de la Secretaría de Salud y Bienestar Social (SSyBS), en el que exoneró a la dependencia de las denuncias realizadas por pacientes con hemodiálisis.
A principios de julio de 2016 dos mil dieciséis, a través de los distintos medios de comunicación se denunció a la Secretaria de Salud y Bienestar Social del Estado de Colima por presuntas negligencias del personal que labora en el Centro Estatal de Hemodiálisis, donde supuestamente habían fallecido tres personas que eran pacientes.
Por tal motivo, el personal de esa Comisión solicitó un informe a la autoridad presunta responsable, respondiendo el 13 de julio de 2016 el director del Centro Estatal de Hemodiálisis que en sus actuaciones no se violaban los derechos humanos, sustentando su dicho con los medios de prueba que anexó, de los cuales se desprende los nombres de los médicos tratantes, nombres del personal de enfermería que atendió a los pacientes durante ese periodo, los resúmenes médicos debidamente firmados y sellados de cada paciente, y copia de los expedientes médicos.
Por otra parte, del acta circunstanciada del 14 de julio de 2016, practicada por el personal de esa Comisión, se desprenden las declaraciones de varios pacientes a los que les fue realizado el tratamiento de hemodiálisis y presentaron síntomas como fiebre, escalofríos, vómito y mareos, a principios del mes de julio.
Al respecto, la autoridad probable responsable manifestó en su informe que efectivamente varios pacientes presentaron dichos síntomas, del 1 al 4 de julio, por lo que se realizó toma de hemocultivos, de una muestra de agua y se contactó al biólogo que realiza el mantenimiento a la planta de tratamiento de agua.
Así también, un encargado de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coespris) realizó el estudio correspondiente encontrando las membranas de osmosis dañadas y paso de cloro en pequeñas cantidades en el sistema de tratamiento de agua, lo cual produjo parte de los síntomas de los pacientes.
Por lo anterior, se realizó el cambio de membranas de osmosis y la regeneración de los filtros, se desinfectó toda la red de tratamiento de agua y se reanudaron las actividades el martes 5 de julio, atendiendo a 41 pacientes que no presentaron síntomas de malestar.
En su documento, la CDHEC determinó que una vez analizado y relacionadas cada una de las pruebas allegadas al expediente de queja número CHEC/260/2016, no se logró acreditar la violación a los derechos humanos reclamados en la queja admitida de oficio.
De acuerdo con la comisión, la autoridad señalada como responsable se hizo cargo de los pacientes que se encontraban bajo su responsabilidad, puesto que al tener conocimiento de los síntomas que presentaban los pacientes, se llevó a cabo diversos estudios a las máquinas de hemodiálisis para conocer las causas y una vez que fue encontrado el problema de manera inmediata fue solucionado, continuando con la atención de los servicios médicos el mismo día, salvaguardando en todo momento el derecho a la salud de los pacientes.
La CDHEC hizo notar, sin embargo, que del acta circunstanciada que llevó a cabo el personal de Visitaduría, el día 28 de julio de 2016 en las instalaciones del Centro Estatal de Hemodiálisis, se desprende el dicho de una persona que
refiere:
“(…) el servicio que se brinda por parte del personal no es muy bueno,
ya que cuando están tomando la muestra de sangre en la recepción que está
en la entrada de la sala de espera ahí anda la persona encargada de la
limpieza y barre levantando polvo lo cual es antigénico, que antes se tomaba
en un cuartito y le parecía bien pero ahora que cambiaron el lugar no le
parece adecuado, que considera que no está bien que el personal de
enfermería ande caminando con el celular en la mano y que estén viendo su
teléfono en horario de trabajo, que en la sala de espera en ocasiones falta
limpieza,(…) refiere que ella escuchó que a principios del mes murieron tres
personas a causa de que había una bacteria o por el agua que surte las
máquinas, pero no sabe los nombres ni puede decir el nombre de algún
familiar de las tres supuestas personas fallecidas (…)”.
Por lo anterior, se realizó una inspección del lugar sin encontrar basura o suciedad, respecto al cuarto destinado para las tomas de muestra de sangre se encontraba debidamente limpio y apropiado y respecto al uso indebido de teléfonos celulares, el responsable del Centro giró un oficio en cual se notifica al personal de enfermería que de acuerdo a las Condiciones Generales del Trabajo se prohíbe el teléfono celular a menos que sea dentro del horario de alimentos o con motivo de una emergencia.
En relación con lo señalado en las notas periodísticas sobre las personas que perdieron la vida a consecuencia de la negligencia médica del personal del Centro Estatal de Hemodiálisis, “se tuvo conocimiento únicamente de una persona que falleció en la ciudad de Tecomán, Colima, que recibía tratamiento de hemodiálisis, sin embargo, no existen pruebas que demuestren que el deceso haya sido a consecuencia de alguna negligencia por parte del personal del Centro”.
En el mismo sentido, el organismo humanitario determinó que no se demuestran los hechos respecto a lo manifestado en las notas informativas sobre una persona esposa de un enfermo que acudió al Centro y después de varios minutos su marido comenzó a sentirse mal y tuvieron que desconectarlo, negándoles el servicio de una ambulancia para trasladarlo al Hospital Regional Universitario.
Contrario a lo anterior, “ha quedado demostrado que el Centro Estatal de
Hemodiálisis perteneciente a la Secretaria de Salud y Bienestar Social del
Estado de Colima, cumple con lo establecido en el numeral 4, párrafo cuatro
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, toda vez que
realizo diversas actividades para salvaguardar el bienestar fisiológico de sus
pacientes”, por lo que “no existió por parte de la autoridad señalada como responsable una violación a los Derechos Humanos de los quejosos