Colima, Col., a 27 de noviembre de 2017.- El pasado 25 de octubre, la periodista Ana Luisa Marín Cortés presentó una queja ante la Comisión General para la Protección Integral del Ejercicio Periodístico del estado de Colima (COPIP), por una agresión que sufrió el día 22 de octubre, durante una manifestación para impedir el paso del tren en la ciudad de Manzanillo.
Según lo externado, una persona, –en ese momento– empleado municipal del Ayuntamiento de Manzanillo y exmarido de la quejosa, Cesar Omar Flores Ochoa, la agredió a golpes. Como elementos de prueba mostró fotografías de las lesiones en sus piernas y abdomen. Además, presentó una denuncia en la Mesa Primera del Ministerio Público del municipio porteño.
Dando seguimiento al caso, la COPIP entregó el día 27 de octubre una solicitud a la presidenta municipal de Manzanillo, Gabriela Benavides Cobos, para que enviara un reporte detallado de lo sucedido con este periodista.
En su informe, la alcaldesa explicó que la agresión tuvo su origen en la relación sentimental entre ambas personas y no contra en el ejercicio del periodismo. Posteriormente informó que el agresor no fue recontratado por la administración municipal, una vez que venció su contrato el día 31 de octubre.
La COPIP, reunida en plena, decidió –por mayoría de los asistentes– que aunque el origen de la agresión es un problema de la peticionaria con su ex pareja sentimental, el hecho de haber sucedido durante el ejercicio de su profesión, permite la actuación de la Comisión General.
Dado que el contrato laboral del presunto agresor con el Ayuntamiento de Manzanillo no fue renovado, no es necesario exhortar al Ayuntamiento de Manzanillo a prescindir de su relación de trabajo con él. Sin embargo, recomendó la no recontratación.
Además, exhortó a la Procuraduría General de Justicia del Estado de Colima a atender con prontitud la denuncia presentada por la la periodista.